Fanáticos y qué?

HOY, 7 de Mayo, no podía no subir algo en este espacio sin por supuesto recordar que en el almanaque peronista ésta fecha no pasa inadvertida, porque nació en Los Toldos, en el año 1919 la que sería para la historia de la patria LA ABANDERADA de los HUMILDES, la defensora de los desprotegidos, la 1era PERONISTA, no sólo por ser la mujer y la compañera de vida del Gral. Perón, sino porque supo ser la primera en entender la mística de la doctrina y elevar hacia lo más alto el concepto de la JUSTICIA SOCIAL, a la que el pueblo llamaba cariñosamente "Evita". 

Y me permito reflexionar sobre el concepto de aquellos que critican el fanatismo, porque Evita fue una gran fanática, y vaya! si la han criticado por ello, Evita fue, es y será de esos modelos de fanatismo y pasiones hacia las propias convicciones, como si estuviese mal aferrarse a los ideales que uno tiene en la vida para actuar y poner en práctica lo que uno piensa y también siente. Y hasta hace poco yo pensaba que a lo mejor no era lo ideal FANATIZARSE con algo o alguien, porque eso podía poner en riesgo la objetividad de nuestros modos de actuar. Pero qué pecado cometemos al ser FANÁTICOS? Me lo respondo haciendo un paralelismo con el fanático de fútbol, gane o pierda ahí está el fanático apoyando al equipo de sus amores. Y ojo! que para él no hay nada como su club de fútbol, nada ni nadie lo hará cambiar. Finalmente en la política creo que es hasta SANO ser fanático, pero fanático de esos que luchan hasta el cansancio por lo que creen, y  no que por andar de acomodados se viven adecuando con el mejor postor. 
A esos en la política se los llama traidores, de esos que barriletean para acomodarse con el que mejor satisface sus ambiciones, hoy de un lado, mañana del otro, a lo mejor se queda en el medio y está esperando como ave de rapiña para ver si puede volver a sacar ventaja con uno o con otro. Esos defienden sus propios intereses sin importarles nada, ellos son sectarios, son elitistas, son los menos. 
Si hay algo que no se le puede criticar a la militancia de hoy es el FANATISMO, ese empuje que te hace pelear por los ideales que te llenan el alma, es ese sentimiento que te hace convertir las convicciones en prácticas concretas. Eso caracterizó a Evita, eso caracterizó a los peronistas de la primera hora, eso caracteriza 60/70 años después el sentimiento que nos acompaña siempre. 
Algunos seguirán pensando que no hay que fanatizarse con nada, y menos con la política, yo pienso que esos son los TIBIOS, los que no se la juegan por nada ni por nadie, los que la juegan de objetivos y sus ideas nacen y mueren en la razón pero se olvidan de que los ideales y las convicciones nacen y se realizan desde un lugar más profundo y sincero, el CORAZÓN.