miércoles, 22 de mayo de 2013

¿El meollo del problema de clase ó el problema de la clase meollo?

Yo tengo el cerebro chiquito, creo que no de nacimiento, sino de tanto pensar y preguntarme y re preguntarme cosas todos los días.

Al final vivimos en una sociedad promedio a la que NADA le alcanza. Me preguntaba qué era lo que un argentino medio necesitaba para realmente decir "Soy feliz", "vivo en el país que quiero vivir", "tengo un gobierno que me representa". Desde que tengo uso de razón no hago más que escuchar reclamos, quejas, criticas de los licenciados en casi todo, donde no existe nada que lo "conforme". 

Existe una frase en el ideario popular que basta con hacer referencia a que no existe forma razonable ni lógica, ni modelo que lo identifique, para destacar que para el Argentino común.. "no hay... que le venga bien". Me siento viviendo en la sociedad del INCONFORMISMO. 
Ya me han criticado en un articulo anterior por haber comparado la Argentina del 2001 con la de hoy, pero realmente los argentinos somos los mismos, muchos de ellos aún hoy siguen sufriendo consecuencias de aquella crisis que nos hizo tocar fondo. Podrán hablar de "mediocridad" en mis comparaciones pero sinceramente en el momento en que uno hace un paralelismo es IMPOSIBLE que uno sienta el MISMO descontento que hace 12 años atrás. 
Todavía sigo pensando en qué le hace falta al Argentino para sentirse identificado. Y hablo del argentino medio porque resulta justamente aquella clase de ciudadano que está entre la brecha de ricos y pobres. Ya sabemos cuál es la política ideal para las élites de nuestro país, ya sabemos claramente cuál es la política que beneficia a los más necesitados, ahora bien, cuál es la política que la clase media necesita? 
Y me pregunto esto porque lejos de ser de los cerrados círculos de las notables alcurnias de nuestro país tampoco puedo ser de la clase que necesita del Estado para salir adelante, justamente uno está en ese medio que cree que hay que seguir trabajando para disminuir la brecha social entre ellos y nosotros. 
Y digo ellos, porque me siento ajena a esa clase media disconforme, me siento ajena a esa clase media "ajena" a los problemas del país, me siento ajena a esa clase media que mira únicamente su ombligo como si no hubiese ningún argentino más en esta tierra. Me siento ajena a esa clase dedicada a criticar y a cortar boletas elección tras elección de todos los colores posibles en la mesa de los cuartos de votación. 
No podría llegar a esperar nada de los más adinerados, entiendo que ellos esperan "otro" país que es totalmente opuesto, pero uno sabe que claramente el modelo liberal que propiciaría a esta clase no es el modelo que el gobierno está llevando adelante. Ahora bien, aún hoy, no logro "decodificar" cuál es el modelo que preferiría la clase media. Claramente tampoco es el modelo que está llevando adelante este gobierno, porque lo único que leo, escucho y resuena todos los días de mi vida es lo disconforme que se está con este modelo de Estado benefactor, conocido como "populista". 
No diría que es algo que me preocupa, pero si que me intriga porque realmente no entra en mi psiquis qué espera el argentino medio del gobierno de su país. 
Mario Benedetti supo escribir alguna vez su poema que invito a leer, dirigido a esta clase "media" mezclada de infinitas contradicciones y qué finalmente no sabe qué país quiere. 

A lo mejor entre todos, a medias, tratamos de deducir qué país necesita la clase de "centro-izquierda-derecha", a la que todo le viene mal, pero a lo mejor, a veces, nada le viene bien. 

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