Cuando el ODIO nos sigue de cerca no nos queda otra que seguir trabajando, y tomar ese sentimiento negativo para convertirlo en positivo como motor de militancia.
Yo sabía que en la política existían las rivalidades, es más soy consciente de la diferencia de criterios políticos como hombres en la tierra, pero no imaginaba cuán grande es el poder de ODIO y RESENTIMIENTO que puede acumular un hombre por otro. Claro, siempre que me refiera a ello hablo en sentido político, pero estos días no hago más que sorprenderme una y otra vez con hechos concretos que nos demuestran que acá no se trata de discrepancia política, no se trata de un simple conflicto de intereses, no se trata de una diferencia de criterios. Es ODIO.
Ustedes podrán decirme que hay un poco de locura en todo esto, que no hay tal sentimiento y que sólo se trata de casos aislados, pero día a día el resto no hace más que confirmarnos que nos odian.
Odian al Peronismo, al Kirchnerismo, odian este proyecto, odian a sus principales figuras, Perón, Evita, Néstor, Cristina, odian a su militancia, odian y envidian la organización, no creen en las movilizaciones, denigran a la clase baja, utilizan a los que ya no están como móvil para calumnias, denuncias infundadas, planes de desestabilización, subestimación de las masas. Todo eso y más representa el ODIO que nos tienen.
Lo peor del caso es que son conscientes de su odio y no dudan en demostrarlo directa o indirectamente, ya no importa, basta con prestar un poco de atención a la actualidad y revisar la historia que sin demasiada ilustración nos damos cuenta de ello.
Pero claro, más odio les genera ver que eso nos fortalece, que hace que estemos mas unidos, que nos ratifiquen el sentimiento hacia la militancia, hacia el trabajo del pueblo. De que estemos más convencidos de que ESTE es el camino. Y les duele, por supuesto que les duele, les genera rabia, y con esa bronca atacan. Y convertidos en dictadores, en innovadores políticos, con la pantalla de la información a su favor y enceguidos por el más espantoso sentimiento nos golpean, nos insultan, nos denigran, nos subestiman, ironizan, critican, mienten, vandalizan y cometen los peores actos de violencia sacando lo peor de sí.
No hablo de fantasias, no me refiero a algo inventado, los hechos de nuestra historia nos demuestran que han sido capaces de robar cuerpos, quemar libros, bustos, escudos, ensuciar cuadros, desaparecer compañeros, apropiarse de bebes, vender al país, calumnias a quién ya no está, noticias inventadas, guerras injustificadas, mundiales comprados, difamaciónes de toda índole, y un sinfin de aberraciones que hasta hace poco creía que sólo eran actos de violencia de determinadoS sectores sociales.
Qué equivocada estaba, qué ingenua creía ser, no es más que la exteriorización del dolor de no poder estar donde nosotros estamos. En ese lugar que ocupa sólo aquel que se siente pueblo, que espiritualmente lo es. Acá a los disfrazados de pueblo se los detecta al instante, porque el sentimiento de amor a la doctrina no se trata de aprenderse de memoria las 20 verdades, no se trata de gritar Viva Perón y querer un gobierno populista. No se trata de recordar a Evita en Mayo y cantar la marcha, se trata de sentir, vivir y actuar como Peronistas. Se puede actuar, se puede vivir, pero sentir, sólo sabemos lo que se siente UNOS POCOS. Porque ellos quieren romper ese sentimiento, ellos quieren vernos destruidos, abatidos y no se dan cuenta de que cuánto más hagan por evitarlo, más fuerte, grande y profundo es el sentimiento.
Sigan trabajando para destruirnos, que mas les demostraremos que NO hay nada más poderoso que la fuerza de un pueblo que lucha, de un pueblo que nació, vive, y morirá siendo PERONISTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario