El grupo más conservador de la Argentina ha manejado además los hilos de la historia.
Hoy tuve el placer de ser parte del Auditorio que escuchó a un historiador, polítologo, revisionista Lic. Hernán Brienza, y sigo sumandome a pasos agigantados al convencimiento de que lo que pienso está más cerca que de que el día de mañana el resto nos de la razón de que ESTE es el camino a seguir.
Y me hizo reflexionar de que la ira acumulada que tienen las oligarquías de este país fueron cometiendo las peores atrocidades que la historia argentina puede recordar. Duele saber que la lucha que el pueblo hoy sigue dando todavía sigue generando odios, y planes de seguir derramando sangre con tal de cumplir sus objetivos. Disfrazados de procesos revolucionarios, de reorganización, de planes de ordenamiento social contra los grupos subersivos empiezan a vendernos el discurso de que lo que hoy tenemos es una dictadura.
Brienza muy bien nos explicaba como en realidad esa es la forma a la que llegan ellos a creerse los salvadores de la patria, los martires de la Nación, y empiezan a creerse con el derecho de tomar las armas para derrocar un gobierno. Duele saber que muchas personas a las que consideraba conscientes de que esto fue siempre así no puedan hoy discernir entre la defensa de los derechos populares y la ideología de promover los derechos de las elites. La verdad eso me duele más que cualquier otra discrepancia política con cualquier hijo de rico.
Todavía tengo la ilusión de que en algún momento puedan darse cuenta del error que cometen, espero que eso no sea demasiado tarde. Y también Brienza nos hacía reflexionar de que estos muchachos no son bebés de pecho, no son gente que pelean de igual a igual, son destructivos y quisiera no estar viva para cuando vuelvan a atacar. Ojalá momentos como los que la historia argentina recuerda no se vuelvan a repetir, pero el populacho y la chusma les molesta, la mayoría les estorba y no hay manera de frenar a una mayoría que levantando armas.
Porque quiero ser de la generación que sigue dando pelea y cree en que no hay nada mejor que un país con un pueblo feliz, y la felicidad del pueblo se hace con el trabajo del pueblo y las convicciones de generar oportunidades para todos.
Perdonden si yo a esta altura ya no pienso en ellos, yo pienso en el pueblo, ellos piensan en matarnos si fuera necesario. Ya lo hicieron y son los mismos que hoy lo volverían a hacer en pos de sus intereses.
No hay que tenerles miedo, no hay que mostrarles debilidad, la fueza de este pueblo es el motor de una PATRIA LIBRE, JUSTA y SOBERANA y que salgan a matarnos si quieren pararnos.
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