sábado, 27 de abril de 2013

¿El poder de la crítica?

En el inicio de este espacio digital donde puedo escribir y decir lo que mi cabeza piensa y a la vez razona, sin ánimos de ofender a nadie, porque como ya sabrán los intelectuales de otras épocas se han encargado de recordarnos que lo que el hombre tiene es una VERDAD a medias, o SU verdad, o dicho en términos filósoficos verdades RELATIVAS ó SUBJETIVAS,  me animo a darles la BIENVENIDA y por supuesto a aclararles que mi objetivo es que sea éste, como otros tantos, un ámbito de debate. 

Tema de hoy: LA CRÍTICA. 

A lo mejor no vale la pena que cuente mucho de mí porque creo que eso no sumaría a la cuestión, pero se ha dicho que el HOMBRE, volviendo a las teorías filosóficas de siglos pasados, critica lo que conoce. Y yo me he preguntado una y mil si eso fuese realmente así, por qué el hombre dedica su vida a la critica cuando en realidad, en la mayoría de los casos, no conoce de lo que habla.(Por ello prefiero no hacer autoreferencias)
Podría enumerar infinidad de casos de la realidad social, donde el hombre convive y se relaciona en espacios pequeños, grandes ciudades, áreas urbanas ó rurales, se relaciona con cien o miles de personas a la vez, sin importar el espacio físico tangible y su intercambio con los demás seres humanos convive en él el gérmen de la crítica.Y no hablo de crítica en terminos autoreferenciables sino de la crítica hacia el accionar del otro. Y claro, aquí se responde parte de esa pregunta del inicio, "la critica surge porque el hombre en su naturaleza CREE saber sobre algo que hace el otro hombre" y desde ese punto de vista que lo ve esa mirada le da SEGURIDAD y comienza a formar una mirada crítica de todo lo que pasa en el entorno que lo rodea. 

Dicho esto, me animo a llevar al ámbito de la política el concepto de CRÍTICA. (Con lo complejo que eso resulta). Y por supuesto, para contextualizar en un ámbito territorial que todos conocemos, aquí sólo nos refereriremos a la política de nuestro país,, y porque no quisiera hablar justamente de lo que no conozco o conozco poco, también será llevado a la política en términos actuales. 

Y ahora hablo de ARGENTINOS, y creo que está muy bien que el argentino tenga mirada crítica, ahora bien, no es lo mismo criticar todo lo que su mirada alcanza, porque si se toma el tiempo para analizarlo finalmente la subjetividad de su mirada no va a permitir formar un cambio objetivo. Y lo llevo al panorama actual porque creo que se ha vuelto común que la crítica se haya puesto al servicio de la manifestación, es decir, yo exteriorizo mi critica a través de una marcha, como para dar un ejemplo concreto. Lo que comúnmente ha resultado factor de encuentro de muchas ideologías políticas contrapuestas justamente ha sido la CRÍTICA. Y es aquí donde intento entender cuál es el objetivo de este fenómeno que se convierte en una paradója poco clara dónde la reunión de dos o más personas se dirige hacia un sólo objetivo, el de CRITICAR. 
Han escuchado hablar ustedes de, incluso usando el término, crítica constructiva, y me preguntaba si eso no se trata sólo de una terminología utópica o si verdaderamente era posible críticar y finalmente lograr un objetivo constructivo con ella. Termine pensando que finalmente la segunda opción podía ser factible, ya que  para que verdaderamente la crítica resulte de construcción en términos de producción de cambio (porque si alguien crítica es porque entiende que eso no quiere o cree que así no debiera ser) sólo se trata de proponer alternativas o propuestas concretas. 

Es esperanzador pensar que una sociedad así, activamente crítica, puede ser posible en nuestro país, sólo si cada uno de nosotros al momento de realizar una crítica propone tan sólo UNA alternativa a ello y por supuesto ser impulsores de forma directa de esa alternativa, porque es muy fácil proponer pero muy díficil no sólo llevar la teoría a la práctica sino también ser activo emprendedor de esa propuesta. Y no es muy difícil de comprobar esto si nos tomamos sólo una parte de nuestro tiempo a intentarlo. 

Lamento abrir los ojos y encontrarme con una realidad totalmente distinta. Hoy no sólo me canso de leer críticas sin ningún fundamento específico ó con argumentos que ni siquiera resultan de propia autoría sino también críticas que finalmente se arman en base a una OPINIÓN y no generan ninguna propuesta concreta de cambio y a veces con esos tres componentes juntos. Justo en ese instante vuelvo a preguntarme, en base a qué los argentinos critican si finalmente luego no se comprometen al cambio. Creo que vuelvo a "echarle la culpa" a la naturaleza del hombre de que habla porque su mirada ve acciones concretas que claro, si critica es porque no le gustan. 
 Este último tiempo entendí: se crítica porque hay alguien ó algunos que hacen, bien o mal, podemos discutirlo y debatirlo largas horas según el caso concreto, pero HACEN. Y entonces, me tranquilizo al saber que la crítica tiene su base en la acción del otro, y finalmente si esa crítica NO viene acompañada de una forma distinta de HACER entonces esa manifestación no tiene otro fin más que el de desestimar la relevancia de   lo hecho o porque el que critica no tiene la capacidad para hacerlo mejor o porque, muy común del argentino, le resulta más fácil y también "gratuito" porque lo único que gasta es una ínfima parte de su tiempo,  simplemente MIRA/HABLA y CRITICA. 
La crítica entonces no tiene PODER más que el de PODER (VERBO) decir lo que se nos pasa por la cabeza sobre el accionar del otro, y eso no es PODER (SUSTANTIVO) sino facilidad humana para abrir la boca. 

Puedo no haber sido clara, puedo no haber sido concreta, agradezco que hayan leído hasta aquí. 


Firma: Evita de Lanús